El Carro
La carta del tarot que representa un carro ve ilustrada la misma con un hombre que está coronado y tiene un cuadrado en el pecho. Está unido a una carroza y puede ser representado bajo techo o con el cielo nocturno estrellado. El auriga lleva un cetro.
El carro es tirado por dos caballos, uno blanco y otro negro, que parecen encaminar su trote hacia direcciones opuestas… Las ruedas perecen columnas, y están representadas con la misma “metáfora” que los caballos. En la delantera encontramos la inscripción “L” y “M” con un corazón o con un cilindro atravesando un anillo, depende de la baraja.
Por buscar paralelismos con las otras cartas del tarot como El Sumo Sacerdote, La Sacerdotisa, La Justicia, El Colgado… se podían encontrar en las columnas (no siempre claras) con las que se “ilustra” ésta carta.
Simbólicamente significa el control de la mente humana, el control sobre las pasiones animales y el instinto, o en su significado esotérico sería el Yo Superior sobre los bajos egos y agregados psicológicos.
Otras interpretaciones nos dicen que es la guerra contra fuerza superiores o los defectos internos del individuo.
En otras tradiciones también hay elementos simbolizados sobre un carro, así está Krishna y Arjuna en el Bhagavad Gita; en Egipto el dios solar Ra; Helios y Faetón en la mitología griega o en el Tarot Vikingo aparece Thor en su carruaje tirado por cabras.
El número siete es el signo del pensamiento, la espiritualidad, la conciencia, el análisis psíquico, la sabiduría.
El número del intelecto, el idealismo y la represión.
Son personas amantes de la lectura, el estudio y las ansias por aprender. Tendentes a proyectar su vida en una esfera de idealismo y actividad intelectual. Habilidades para el análisis y la investigación y la inteligente búsqueda del conocimiento; mentalidad científica y con capacidad de inventiva; estudiosa, meditadora; de personalidad encantadora; amantes de la soledad y de la paz; perfeccionistas.
En el lado negativo: motivos ocultos; muy reservado, les encanta argumentar con silencios o sarcasmos; tendencia al aislamiento, a posiciones inflexibles, les irritan las distracciones.
Es una referencia al poder, a la conquista, al triunfo, a la consecución de logros terrenales. Destaca en el naipe las cortinas azules que es la inteligencia y la espiritualidad. Los dos caballos son representados en dos colores: rojo que es la fuerza y la acción; azul que es la inteligencia y la espiritualidad. Ambos parecen ir para direcciones opuestas, quizás por ser representado por que la persona que los guía tiene en sus manos la posibilidad de elegir, de éxito –o no-.
Si se sabe conjugar ambos elementos se logrará el equilibrio, se tiene todo para alcanzarlo y depende del buen juicio de la persona que se alcance o no.
Representa al poder, los viajes, los desplazamientos, la posición social, el rango, la acción, todo lo que rodea a una persona, la fuerza, la energía, el éxito.
En la cábala es la letra hebrea zaín, el signo del zodiaco con el que se relaciona es el de Cáncer, el planeta es Marte o el Sol y su número es el siete.
En lo esotérico es el signo de Géminis y el Fuego, su estación del año es la más cálida: el verano.
En la numerología es el siete –como se ha indicado- y es la cifra de Dios en lo que es la unidad perfecta, el número eterno, el más grande del cosmos. Lo forma el tres que es la Trinidad y el cuatro que es la doble dualidad o la doble dialéctica. Es lo positivo, el número de la suerte para muchas personas; tiene muchas connotaciones para las corrientes filosóficas y las religiones con toda la carga simbólica que tiene.
En los planos destaca:
Espiritual: es la acción, a unificación de todo, la unión de los principios opuestos en una única fuerza que se mueve en un único sentido, la fuerza positiva.
Anímico: es la capacidad que tiene el ser humano de decidir, es el valor, el poder, la confianza que cada uno tiene en sí mismo, el afrontar todo lo que viene.
En lo material es la acción y la energía, la simetría y sus leyes.
En la interpretación hay que tener muy en cuenta todo lo que la rodea, aquellos arcanos que están en torno a la misma.
En el resultado final es el triunfo total, sin dudas, el éxito. Es lograr todo aquello que se propone, que se desea, la valía. También es el anuncio de un próximo viaje y el apoyo de todos nuestros amigos y conocidos.
En la persona es que se tiene amigos y enemigos, la dualidad de la vida; cierto es que es un naipe que señala a personas audaces, inteligentes, voluntariosas, que no temen a nada y que son de acción no dudando en ponerse en marcha.
En las situaciones es sinónimo de momentos importantes que no se deben olvidar, cosas que merecen tener nuestra atención y también el trabajo y esfuerzo para conseguirlos; también es un indicativo de trabajo, de aventuras.
En el amor es la osadía, saber que algo es arriesgado e ir por ello, es la capacidad de hacer evolucionar a la relación, también surgen amores pasados que pueden despertar viejas heridas o recuerdos. Es el poder de la persona para ir a más con su pareja.
En la salud es el aviso, sólo un aviso, que algo puede ir mal y que se puede tener un problema.
En el trabajo es la fuerza y la seguridad así como tener el control y el poder de hacer una labor mejor de la que se está realizando.
En el dinero es la posibilidad de ingresos y hasta de cobrar deudas que se había perdido la esperanza de cobrar.
Si la carta sale invertida es un significado variable, así en el amor es el estancamiento de la relación y la falta de ideas en la vida que se tiene en común con la pareja.
En la salud se pueden tener recaídas y la necesidad de cuidarse, también se debe tener cuidado con los niños.
En el trabajo es le fuerza en los proyectos que se tienen pero la perdida de objetividad, también es la traición y las envidias en las relaciones con los compañeros.
En el dinero es despilfarro, muchos gastos.

